17 de septiembre de 2009

2º Mi primera vez en... (Taller de Redacción)

No siempre las primeras veces son excelentes experiencias, algunas te marcan interna y psicológicamente, o muchas otras tan solo quedan como un momento en un espacio, en un lugar pero no determinando tu vida.

Esto es lo que me paso a mí, fue un suceso no relevante para muchos, pero para mí, fue una de las experiencias más desagradables que pude sentir. Llegaba un lunes de marzo y como de costumbre, me encontraba sentado frente a mi computadora, realizando un debate demasiado elaborado sobre la vestimenta de algunos de mis compañeros, mediante un sistema informativo muy profesional y calificado llamado Messenger.

Tras varias intervenciones departe de los ponentes y nunca faltando aquella que tiene que ser descifrada debido a una especie de figuras llamadas iconos; uno de los ponentes nos invito a participar en otro club social informativo llamado “Hi-5”

Al principio me llamo mucho la atención el club, ya que en una especie de estudio psicológico, plasmas tu forma de ser y relacionarte con los demás de manera práctica y fácil, y no solo eso sino que también servía como aquel diario de vida en donde plasmas tus comienzos y proyectos actuales. Al ver tanto interés informativo en el club, no dude en unirme y mediante una pequeña charla con mi compañero, este me explico aquellas partes más sencillas para poder utilizar todas las herramientas necesarias y así poder plasmar mi código de vida.

Parecía un fanatismo, al igual que a un niño con nuevo juguete, o como una posesión demoniaca, me obsesionaba en colocar mas y mas información, y así mismo hacer la selectiva lista de invitados para todas aquellas personas que visitaran mi espacio (Lo cual era fácil, tan solo dando clic en una estrofa que decía “conoces a esta gente, envíales invitación). Transcurriendo el tiempo, no me di cuenta de todos los minutos que había desperdiciado ahí, y mediante otro arranque, entre en un sección bajo el nombre de “Fotos” en donde sin pensarlo y bajo un sistema practico de almacenamiento seleccione las que creí eran mis fotos adecuadas para compartir.

Todo iba de maravilla, hasta que en aquel momento, el panorama se torno gris, a lo lejos pude escuchar sus pasos fuertes y estruendosos, que se acercaban a mi recamara de manera amenazadora pero muy rápida; cuando de repente estaba ahí, con aquella mirada amenazadora y aniquiladora, y bajo una voz dulce pero muy fuerte me dijo “Daniel, apaga esa cosa y acompáñame a bodega, ya”, si, aquella mujer era mi madre. Me pareció un trato diplomático muy bueno, ya que mientras ella mantenía todos mis gastos y gustos, era de esperarse que sin pensarlo reaccionaria rápido. Al escuchar aquella orden tan imponente, cerré mi club social sin checar todas aquellas fotos que había almacenado y me fui de la manera más tranquila.

Al regresar a mis aposentos, decidí continuar con mi información personal en mi nuevo club social, prendí mi maquina, conecté el internet, entré a mi correo, y ¡oh! gran sorpresa, tenía más correos de los que siempre juntaba en una semana.

Revisé mi correo pensando que todo aquel suceso, se debía a la unión de mi nuevo club, y para mi desgracia así fue, mi correo estaba repleto de comentarios e invitaciones para poder revisar mi información personal, pues ya que sin darme cuenta y por no checar toda aquella información, se había colado una muestra cultural, comprometedora y un tanto descriptiva de cómo nos demostrábamos amor mi pareja de vida y yo.

De inmediato busqué la forma de borrar aquella foto, pero ya era demasiado tarde, no solo mi círculo de amigos había visto aquella foto, sino también, todos aquellos integrantes con los cuales establezco un vínculo de sangre.

Esta fue mi primera vez en el club “hi-5” que por ignorancia e inconsciencia, una reunión familiar tuve que soportar el domingo próximo.

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